Cualquiera de nosotros diría pero, ¿a dónde?, denme un mapa, un croquis o díganme cómo llegar, no sea que me vaya a perder y para regresar...no mejor no le arriesgo. O preferimos las recetas, para ir paso por paso. En un principio nos gustan los retos, las aventuras pero, cuando ya estamos frente a la misma aventura ahí estamos dudando y retrocediendo. Aun no terminaba Dios cuando él se hacía un montón de preguntas, cuando le dice: a la tierra que te mostraré. Dios se la iba a mostrar. Ahhh!! Pero, nosotros nos adelantamos a todas las cosas.
Esta bien me voy, y cuando llegue ¿QUÉ HAGO? O ¿QUÉ VAMOS A HACER ALLÁ?. Cuando nos invitan los amigos, familia para salir, siempre preguntamos ¿dónde? Y no sólo eso ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué habrá? ¿Quién va? Para ver si nos convence de salir, cuando vemos que la situación no va a ser como esperamos ponemos un sin fin de pretextos pero, realmente terminamos yendo, aunque también en medio de todo nos estamos quejando.
Dios le dice: Y HARÉ de TI.
No se ha dado cuenta Abram que Dios le dice: no quiero que hagas nada, YO LO HARÉ. Tú solo espera y disfruta de todo lo que te voy a mostrar. Disfruta de todo lo que está preparado para ti, pues eres mi hijo y quiero lo mejor para ti.
Antes de la actividad ya se está quejando. Muchas veces estamos renegando de todo, que Dios pide, que Dios esto, que Dios el otro...y aquí nos encontramos que las cosas no son así, Dios es la diferencia, Dios lo hace por nosotros, de modo que disfrutemos de lo que nos ha dado, sin complicarnos la existencia. Si no vamos a la fiesta, actividad, o salida, estamos en nuestra casa preguntándonos ¿y habrá ido?, ¿qué estarán haciendo?, a veces ya estamos con el celular en la mano o pegados al teléfono esperando que nos llamen y nos insistan o rueguen para ir jejeje, qué ilusos, ya no estamos para rogar, quien no va se lo pierde.
Dios le dice: Y te BENDECIRÉ.
Quien se queja de todo, nunca va a disfrutar de lo que Dios tiene preparado para él o para ella. Dios recompensa todo esfuerzo, nada es en vano. No sólo hace las cosas sino que, tiene muchas más sorpresas para ti. Él dice deja todo en mis manos. No te preocupes por quién esta o no, de lo que hay o no, de quien te critica o juzga, de quien dirige o manda, de eso yo me encargo. LO importante es que TU SEAS DE BENDICIÓN.
Mi amigo deja de influenciarte por lo que te han dicho o por lo que has oído, es tiempo de experimentar al Dios verdadero, un Dios impactante e impresionante. No es un Dios de muchos requisitos, ya que no pide más de lo que puedas dar o hacer. El te pide que seas ESFORZADO, que seas de bendición. No que sea FORZADO. El invita a todos y viene el que quiere y le necesita. Los que no vienen realmente se lo pierden.
Pues lo único que Dios pide de ti es que primero le escuches, reconozcas su voz y le OBEDEZCAS, el ESFUERZO, la decisión de obedecerle eso es lo que realmente hace la diferencia.
Ve haz lo que te dice, deja todo aquello que te priva o te aleja de Él, no te llenes de preguntas, que jamás podrás responderte, deja de quejarte, deja de verlo FORZADO y velo que ES – FUERZA, es bendición, no te compliques la existencia, la invitación está hecha, lo demás lo hace él.
Pbro. Gedeón Cortes